23. Contingencia

En un pedazo cerca del fin, no del fin del mundo, ni de mi existencia, más bien de un fin que me separa de otra estación, que me acerca a un fin más definitivo o menos eterno (dependiendo de lo que cada quien quiera creer). Me detengo un instante más albergando contradicciones, esperanzas, rencores, amores, dolores, risas todo aquello proveniente de no-se-sabe-qué oscuras covachas sin desempolvar. He tratado de autopsicoanalizarme, y creo comprenderlo todo, pero de nuevo si así fuera entonces ya no habría muchas razones para seguir viviendo.

Sé que tengo la costumbre perversa de parecer sombría, ésta vez quisiera (si ustedes me lo permiten) dejar un poco de lado los juicios, las apariencias, sólo léanme con paciencia.

Confieso que por más complicaciones que hay, por más inocuos que se vean los días debemos conservar la calma y desenterrar de algún lado todo el optimismo y la felicidad que podamos.Me preocupa el camino que hemos decidido tomar como humanidad, me pregunto a dónde vamos a parar. No estoy criticando acciones, sólo tal vez moviendo mis hilitos, recordando que por el único lugar donde debería correr sangre es por las venas. No estoy triste, ni molesta, sólo espero compartirles mi alerta. Mi contingencia rodea más que el círculo hermético en el que vivo, llega a ver más allá de las tragedias y logra creer todavía en la magia.

Mi contingencia está cargada de un sentimiento inexplicable, de sensaciones bellas que me conectan tanto con la vida como con la muerte, de sueños y de pensamientos dulces y afables. Pero bueno dejaré mis estragos y civilizaciones para otro día, hoy prefiero mantener esta simple distancia. Espero que no crean que mi locura es definitiva o que necesito un hospital psiquiátrico, o una dosis severa de antidepresivos, tal vez ya están más acostumbrados a mis viajes paranormales más que yo. Mi consejo grita desde una realidad alterna: Vivan y sean felices.

Aquí concluye esta sumatoria de condiciones aparentemente improbables, de probabilidades inofensivas y resultados definitivos.