Asfixiante es la duda que se clava en ese espacio indescriptible del cuerpo, no saber si el siguiente paso que darás te llevara a cometer la mayor estupidez de tu vida… En fin, así soy yo: compleja, lejana, inestable, desesperante… ya sabes… Todos los que me conocen bien saben que en el fondo así soy, y (afortunadamente) parece no importarles.
Espero que no sea muy confuso leerme (aunque siempre es mi sello la desvarianza y la perdidez…nótese que ahora me doy el lujo de inventar palabras), la paz irrelevante de mi vida se ha restablecido a pesar de que no puede ser 100% genuina debo asegurar que ya es menos olvidada y se hace más presente en cada mal presagio que se ve suspendido con aires de gravedad inexistente hasta desaparecer o al menos hasta transformarse en uno nuevo…
Parece que el mundo sigue funcionando y debajo de los matices grises y perversos, se encuentran grandes paraísos de color y serenidad, parece que el amor después de todo se recobra (a diferencia de la cordura, que dejé, en sólo Dios sabe que par de pantalones)… Así es esta noche, así son los días y las oportunidades de recoger los pedazos de piel, de carne, de huesos, de alma, de guerra y de paz que hayamos botado o perdido a causa del camino… ¿Me entienden?
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