He estado pensando en el futuro. Siempre pienso en el futuro (todos pensamos en el futuro, es un mal moderno), sin embargo en ésta ocasión me parece un poco más complejo porque el futuro en el que pienso es improbable y lleno de inseguridades. Creo que las empresas tratan de vendernos miedo, miedo a que nuestras computadoras, televisiones, hornos de microondas y demás chunches se descompongan y que nuestro cómodo estilo de vida se vea amenazado por los "¿qué-tal-si?"del mundo. Aprovechan que todo nos da miedo y se dedican a vendernos seguros para todo, seguros de vida (por si te mueres), seguros médicos (por si te enfermas), seguros para la casa y los carros ( por si te los roban o se queman o por si los chupa el diablo) y mientras más grande sea la ciudad donde vivas más complejo se vuelve el asunto, desconfiamos de todos y nos sentimos vulnerables. En el fondo no es tan absurdo pensar que si te mueres de repente, tus seres queridos no quedarán desprotegidos. Por otro lado tal vez la lección es que es mejor enseñarles a vivir con dignidad, sin aferrarse a la enfermedad del consumismo, a no llenar su casa de objetos honestamente inservibles. Es verdad, una vida frugal nos vendrá bien a todos.
martes
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario